Noticias

“La prensa se hace eco de la apertura de EAS Barcelona y su relación con Top Fly. Carles Huguet, de 02b.com, ha realizado el siguiente articulo:

Los responsables de la caída de Top Fly abren ahora otra escuela de aviación

Los empresarios catalanes inaugurarán el 23 de mayo EAS Barcelona mientras su difunta compañía arrastra una deuda de 4,77 millones de euros con antiguos alumnos. Ellos defienden que el cierre fue cosa de un fondo inversor

Continue reading “Noticias”

No dejes que EAS Barcelona juegue con tu dinero. ¿Quién está detrás?

¿Por qué tu dinero y tu futuro profesional no están seguros en EAS Barcelona?

Los mismos administradores de EAS Barcelona lo fueron antes de Top Fly. Esta conocida escuela de vuelo instalada en Sabadell cerró en 2011, dejando en la calle 89 alumnos que habían pagado por adelantado su formación. La justicia condenó la escuela a devolver a los afectados 4.800.000 euros, pero  con la articulación de un complejo entramado societario y con la apariencia de una quiebra, Top Fly nunca respondido de su daño.

Estos 89 afectados tienen nombre. Se llaman Ramon, Jordi, Mireia, Sergio, Albert, Rafael… cada uno con un sueño, el mismo que el tuyo, convertirse en piloto. Todos perdieron el dinero y la gran mayoría no pudieron seguir los estudios. ¿Quieres que te pase lo mismo a ti?

 

¿Quién ha fundado EAS Barcelona?

Entre los dueños y el equipo directivo de EAS Barcelona figuran Francesc Miralpeix, Jorge García Veguín y Francisco García Veguín.  Anteriormente habían sido gestores y dueños de la escuela de vuelo Top Fly. En la misma página web así lo explican:

“El equipo directivo de EAS Barcelona fue durante quince años el artífice de la mayor escuela de España y de una de las mayores del mundo hasta que la escuela fue adquirida por un grupo inversor que la llevó al cese de sus actividades.”

 

¿Quién formaba parte de Top Fly?

Francesc Miralpeix, Jorge García Veguín y Francisco García Veguín fueron los responsables de la escuela Top Fly hasta venderla en 2009, aunque siguieron siendo los responsables de su gestión un año más, hasta mediados de 2010. En aquel momento, dados los problemas económicos arrastrados, tomó las riendas de la empresa José Azemar, un conocido liquidador de empresas.  Top Fly cesó su actividad solo 9 meses después de esta operación, en junio de 2011. En menos de un año no se lleva una empresa a la quiebra, así que es innegable que la gestión del trio Miralpeix-García Veguín tiene mucho que ver en el desastre final. ¿O más que incompetencia fue una operación planificada?

 

¿Cuál es la historia de Top Fly?

Durante mucho tiempo Top Fly, radicada en el aeropuerto de Sabadell, lideró la formación de gran parte de los  pilotos en su zona de influencia. La ambición de sus gestores fue creciendo hasta firmar un importante contrato con una compañía aérea china para formar a sus pilotos en el aeropuerto de Huesca.

A partir de este momento las cosas no salieron bien. Los cursos se vendieron por debajo del precio de coste y cada alumno chino significó pérdidas para la escuela. Al mismo tiempo, la compañía se embarcó en montar una compañía aérea con vuelos regulares en Canarias y vuelos chárter que también fracasó.

Cuando todos estos descalabros ya no tenían arreglo [en catalán], los responsables huyeron del barco. Top Fly dejó de pagar el salario de sus trabajadores en agosto de 2010. Solo un mes más tarde se hizo cargo como administrador único de la escuela José Azemar, que la cerró en pocos meses.
Durante todo este tiempo, los activos de la escuela se esfumaron hasta hacer imposible responder a los compromisos adquiridos con sus alumnos, que habían pagado los cursos por adelantado. De hecho, en setiembre de 2010 Top Fly aceptó nuevos clientes -pagaron hasta 90.000 euros-, a sabiendas de que éstos ya no podrían terminar sus cursos.
Era el afán del pelotazo. El mismo que rige y rigió España hasta la llegada de la crisis.

A finales de 2010, los trabajadores [en catalán] hartos de no cobrar se declararon en huelga. Hubo intentos de retomar la actividad pero cada vez con menos personal, sin dinero para pagar combustible ni el mantenimiento de las aeronaves, hasta que finalmente se hizo efectivo el cierre en junio de 2011.

 

¿Qué pasó con el dinero de los alumnos?

Nadie ha recuperado ni un céntimo. Los alumnos llevaron a juicio a Top Fly para recuperar el dinero. Durante el juicio comparecieron, entre otros, Francesc Miralpeix  y el entonces contable de Top Fly, Joan Saez. Como consta en la sentencia, Miralpeix reconoció que ya en agosto de 2010, momento en el que se desprendieron de la sociedad, se sabía que no se podían cumplir los compromisos con los alumnos. A pesar de ello, solo un mes más tarde entraban en la escuela 8 nuevos estudiantes que siguieron pagando por adelantado.

Ante la justicia, los responsables de la escuela reconocieron que los problemas de la escuela existían de hacía tiempo. Incluso que durante la segunda mitad de 2010 Top Fly ya se había deshecho del material y activos necesarios para impartir la formación. Al mismo tiempo que se conocieron casos como el de dos alumnos iraníes que habían pagado el curso sin firmar ningún contrato y que al llegar a España la escuela había dejado de funcionar.

La sentencia condenó a Top Fly a devolver a los afectados casi 4.800.000 euros, pero nunca se hizo efectiva esta devolución. El dinero y los activos de la escuela, básicamente los aviones, se esfumaron. Literalmente desaparecieron sin dejar rastro.

 

Todo esto tiene unos responsables y ahora ya sabes quiénes son.

Si no quieres que te pase lo mismo, huye de EAS Barcelona.